De nuevo miras más allá, buscando (los pulmones comprimidos), exhausto. Finalmente tratas de respirar tan profundo como puedes, rendido, y todo estalla en un golpe de tos seca, la tensión desvaneciéndose de cada fibra muscular, los movimientos torpes, automáticos, aún bloqueados, y aún sin luz por fin ves más allá (decepción, resentimiento, culpa, anhelo, miedo, resignación, incertidumbre). Tratas agotado de enfocar la dirección, pero te sientes romper (cada sensación atrapándote y tirando de tu cuerpo en todas direcciones a la vez).
No te sientes mejor escupiendo burbujas de tinta, ni respirando el aire helado que resultó ser el agua en la cual te ahogabas. Pero por un segundo vislumbras la tenue luz del sol.
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