28 may 2014

A ideas oxidadas, neuronas oxidadas.


Hace tiempo que me vengo notando las palabras algo oxidadas en la punta de las neuronas, medio apagadas, medio chisporroteantes de impaciencia y entusiasmo, gritándome "¡Venga, venga, déjanos salir, déjanos salir...!", así que seguramente ya sea hora de echarles un poco de aceite y darles la oportunidad de salir a ver el mundo; al fin y al cabo, ellas lo han querido. Y por eso, aquí estoy de nuevo. Ante todo, como bien me enseñó mi madre, hay que saludar, así que ¡saludos a todos, internáuticos lectores!

...y ahora,  prolegómenos aparte, lo que nos gusta: El despotricamiento. 



EL DESPOTRICAMIENTO.


Qué decir. Qué panorama. Qué momento de mi vida, tan irrelevante para el panorama, pero tan relevante para mi visión y particular percepción de dicho panorama... Recién licenciada, española, joven (guapa, creativa, lista como el hambre, amante de la comida que otros preparan, entusiasta de los puzzles cuando no soy yo quien tiene que hacerlos... ya otro día os cuento mis múltiples virtudes y cualidades, esas que tan inútiles me están resultando para ganarme la vida), en definitiva, una chica normal y corriente, como cualquier otro jovenzuelo de mi edad, con la misma sensación de angustia continua por el qué demonios voy a hacer (y cuándo demonios voy a poder hacerlo) y la desazón también continua del madre mía dónde me he metido.

Supongo (y espero) que no soy la única a la que se le pasan por la cabeza pensamientos como "mis padres a mi edad ya hacía años que vivían juntos", "mi madre a esta edad ya me había tenido", "mi hermano mayor consiguió trabajo a la primera y sin carrera", "antes de vivir en casa de mis padres hasta los 40 me pego un tiro", "no tengo dinero para el billete a Australia ni manera de conseguirlo", etc, etc, etc... Pues sí. Tono tragicómico pero con trasfondo, sobre todo, de terrible desesperación. Con humor o sin humor, creo que si tuviéramos que hablar de un denominador común en esta generación sería sin duda esa desesperación de saber que nos hemos formado durante años para terminar viviendo en este presente incierto, en esta incertidumbre constante del qué va a ser y del qué voy a hacer, en esta sólida resignación de tener que ir haciendo lo que malamente vayamos encontrando, cobrando poco y mal (aunque la mayoría de nosotros hable inglés mejor que el presidente del Gobierno).

Así estamos. Y en este panorama de descontentos generales y tiempo libre indefinido en el que curiosamente el menor de los problemas es que los jóvenes no encontremos trabajo ni ocupación, estamos alimentando algo muy peligroso: las ideas. Y digo peligroso porque estas ideas, la mayoría de las veces, no se basan precisamente en un pensamiento crítico y bien definido, sino más bien en un pensamiento difuso y mediático, mal fundamentado, pobre y superficial. Los jóvenes y los no tan jóvenes tenemos tiempo para informarnos, gracias a Internet, sobre cualquier cosa, pero la mayoría de las veces lo hacemos rápido, mal y según nos convenga. Podemos incluso llegar a convertir una idea en un eje central alrededor del cual añadimos y hacemos girar otras ideas, formando una especie de mecanismo en el que todas las piezas encajan perfectamente... pero, ¿y si la idea que hemos tomado para hacer de eje central fuese errónea o incompleta? ¿Y qué pasa cuando hemos defendido tanto esa idea que llega incluso a convertirse en símbolo de nuestra propia identidad...? Es sorprendente la cantidad de veces que creamos dogmas sin siquiera ser conscientes y sin percatarnos del peligro que esto entraña.

Y en este querer tener ideas lo antes posible y acerca de todo para de todo poder opinar es en mi humilde opinión donde estamos perdiendo la perspectiva del conjunto y de la realidad.

En definitiva: estamos creando una sociedad de sabelotodos que nada saben, de filósofos en 140 caracteres, de opiniones de bolsillo repetidas hasta perder el sentido, de denunciar las incoherencias desde la propia incoherencia, de no saber lo que realmente significa lo que decimos. La formación de opiniones o ideas, más que algo puntual y estático, debería ser un continuo a lo largo de la vida, como algo dinámico que va evolucionando a medida que la personalidad y la mentalidad de la propia persona evolucionan. Deberíamos ser capaces de cambiar de idea cuando nos ponen delante de las narices un argumento que racionalmente tira por tierra todo lo que pensábamos, pero... a menudo nos falta humildad. En cualquier caso, recordad que a las personas con las ideas estancadas, al igual que sucede con los charcos, tarde o temprano se les secan las neuronas.




"Sólo la inteligencia se examina a sí misma"

                   Jaime Balmes




7 mar 2013

Gobierno de imbéciles. Contigo.


Mirad lo que he encontrado esta mañana:




"Artículo 179. Otras normas.
1. Los ciclistas estarán obligados a utilizar cascos de protección homologados o certificados según la legislación vigente (...)"

Conclusión: Probablemente se suprima nuestro derecho y libertad a elegir si llevamos o no un maldito champiñón de plástico en la cabeza con el que no está de acuerdo ni la Federación Española de Ciclismo.

Gracias, querido Gobierno, por preocuparte por mi salud exigiéndome usar casco mientras me las haces pasar putas para poder terminar de pagarme la carrera, por haberme convencido de que si quiero conseguir vivir con algo de independencia va a tener que ser largándome de mi ciudad y probablemente de mi país, y de trabajo mejor ni hablo (aún teniendo, y como yo otros miles, con menos de 25 años un CV seguramente más completo que el de muchos de tus integrantes, que hasta el pelo tienen todavía alborotado de la electricidad estática del enchufismo de sus puestos), y en caso de caerme de la bici y romperme la cadera... No tengo suficiente conocimiento ni información sobre el panorama de la sanidad pública en España a día de hoy como para poder permitirme emitir un juicio sobre lo que pasaría con mi operación de cadera, así que mejor paro aquí, no vaya a ser que desprestigie el resto de cosas que he dicho y les reste veracidad. 

No quepo en mi del gozo y la gratitud y la amarga ironía que se me desborda hacia el sistema que rige este magnífico país cada vez que escucho alguna de sus maravillosas nuevas ideas.... Este país en el que el clima es una bendición y la comida más aún, pero que está gobernado por imbéciles que no ponen orden ni concierto en sus prioridades, y que me obligan a renegar, y a emigrar, hasta por vergüenza y cuestión de principios ya casi, y como a mi a otros miles de jóvenes con sueños que priorizan muy por encima de una buena comida y un sol radiante.


PD. No me da la gana de ponerme casco.

PD2. Si se aprueba definitivamente esta inteligentísima medida la gente se animará aún menos a  coger las bicis, algunos quizás incluso dejarán de usarla, y habrá más coches, más atascos, más humo (y malos humos), más ruido. Una vez más: Bravo, y gracias.




“Cuando veo a un adulto en bicicleta, no pierdo las esperanzas por el futuro de la raza humana”
H.G. Wells

26 feb 2013

(in) Coherencia


Ayer, de camino a casa al ritmo tintineante del hierro suelto de mi bici y la cadencia amable de la voz que me acompañaba, me venía planteando una serie de preguntas que me gustaría compartir con vosotros. Preguntas que han desembocado en reflexiones que mal le van a pesar a los dioses del capitalismo, y que con alegría amarga me la traen al pairo, blasfema y pagana que soy aun sometida a sus dominios. Voy a intentar sintetizar mi pensamiento caótico con un hilo conductor que plasmaré con el tema "coches". En esta ocasión las cifras son menos importantes que el mensaje de fondo, porque los números dicen menos de lo que vais a poder apreciar con vuestros propios ojos, pero os las dejo igual, porque valen la pena. Empiezo con mi disertación verborreica del día; pasen y vean, ladies and gentlemen, pónganse cómodos y abróchense los cinturones!

En 2009, China produjo más de 13 millones de coches. 13.790.994, para ser exactos. Japón casi 8 millones, seguidos de EEUU y Alemania, que se situaban ya por encima de los 5 millones. Según datos de la OICA, la suma mundial total de vehículos (no sólo coches, sino también vehículos comerciales tipo furgonetas, camiones, remolques, etc.) producidos en el 2011 rondó los 80 millones (http://oica.net/category/production-statistics/). Aparte de esto, mirad lo que he pescado por la red:

"En 2010 la producción mundial de automóviles se situó alrededor de 74 millones de unidades, lo que se traduce en un incremento del 23% en comparación con las cifras de 2009, según un informe de Ernst & Young sobre el sector de automoción"
http://www.elmundo.es/elmundomotor/2011/02/14/empresa/1297703763.html
"En 2012 la producción mundial de automóviles se elevará a 79,4 millones de unidades, lo que supondrá un incremento del 6,3% en comparación con los 74,7 millones de unidades contabilizados en 2011, según un informe sectorial de PwC."
http://www.elmundo.es/elmundomotor/2012/01/16/empresa/1326738748.html

"La producción de vehículos en las plantas españolas sumará el próximo año 2013 2,2 millones de unidades, lo que supondrá un aumento del 11% respecto al 2012 según estimaciones de la Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones (Anfac)" http://www.elmundo.es/elmundomotor/2012/12/26/empresa/1356534808.html

"Las previsiones para el 2013 indican que en China se fabricarán alrededor de 19,6 millones de automóviles, frente a los 18,3 millones que se producirán en Europa"
http://www.cadenadesuministro.es/noticias/uno-de-cada-cuatro-vehiculos-fabricados-en-el-mundo-en-2013-sera-chino/

Bien. Antes de que os sigáis preguntando de qué va todo esto (¿Te has vuelto loca ya? -Me preguntáis- ¡Ya os he dicho que si! -Os respondo una vez más-), ya voy llegando a donde yo quería, no os preocupéis. Las cifras nos sitúan por tanto en casi 80 millones de coches. Anuales. Y subiendo. Aun considerando sólo los últimos 3 años (2010, 2011, 2012) y excluyendo al 2013, por jovenzuelo, nos colocamos en un total de unos 240 millones de coches (redondeando a la alta, si; podemos dejar la estimación en unos 200 millones para que no nos pueda acusar nadie de alarmistas ni sensacionalistas y santas pascuas, si lo preferís; a vuestras preferencias mentales dejo la elección).

"En el mundo hay un vehículo cada siete personas. Eso asegura una investigación de Ward, que analiza los informes de población de cada gobierno, los registros de vehículos y las tendencias históricas. Sus datos arrojan un número total de vehículos en funcionamiento de más de mil millones de unidades en 2010. El aumento es del 3,6% desde el año 2000http://noticias.coches.com/noticias-motor/cuantos-coches-hay-en-el-mundo/41907

Ya hemos superado los 7 mil millones de personas en el mundo, y como habéis podido leer hace ya 3 años se estimó que había un vehículo por cada 7 personas. Actualmente debe de haber bastantes más. Y no voy a hablar de teléfonos, ordenadores, cacharros electrónicos varios, ropa, caprichos, bla, bla, bla.  Si tenemos en cuenta otros datos menos mecánicos que afirman que el 20% de la población mundial retiene el 90% de las riquezas totales, que casi 3 mil millones de personas sobreviven con menos de dos dólares al día, que uno de cada cinco niños no tiene acceso a la educación primaria o que todos los días mueren hasta 30.000 niños por causas evitables... En fin. Y no voy a tocar cuestiones medioambientales, ecologistas ni de desarrollo sostenible. Hoy no vengo con moralejas ni sermones más allá de los que pueda haber dejado implícitos; os dejo con el realismo distante de los datos y las estadísticas, que ya es bastante, y que cada uno los use como mejor le parezca. Aunque sí que os animo a preguntaros qué necesitáis realmente, y a plantearos por qué. Si queréis profundizar en estos datos, hay referencias al respecto en muchísimas páginas, pero os recomiendo el Banco Mundial (http://datos.bancomundial.org/tema/pobreza), o también podéis decírmelo y estaré encantada de despotricar para vosotros en entradas venideras. Y recordad,



"La información es poder"

F. Bacon



17 feb 2013

Oda al cegato.


A ti, miope, que no ves un pijo (ni aun al caballo de Ralph Lauren montado). A ti, que no ves tres en un burro, ni tres camiones con burros. A ti, si de hecho podrías confundir a los burros con los camiones. A ti, gafiruli, cuatrojos, cegato, rompetechos; a ti, gafotas, que te levantas por las mañanas y antes de poner los pies en el suelo ya tienes las manos sobre las gafas. A ti que no me ves si no es a través de unas lentes, aun si pupilentes. A ti que a través de hasta los más sucios cristales has aprendido a mirar. A ti que quizás has sufrido el infarto de corazón junto a los cristales rotos y la ira de tu madre furibunda. A ti que aguantabas con resignación los colirios y con orgullo lucías pupilas ciclópeas. A ti que aliviado y con ilusión recibiste la noticia de aquellos nuevos cristales reducidos y antireflectantes que te libraban de usar culos de botellas. A ti te quiero ver, Bartolo. A ti te veo.

Sin embargo a ti, que llevas gafas con cristales sin graduar, o aún peor, sin cristales, ni verte quiero. Y si te veo que sea para presenciar como te chocas contra alguna farola porque el grosor de la montura de tus gafas de adorno a la última moda te haya quitado la suficiente visión periférica como para que yo disfrute del suceso. Me quito las gafas en tu presencia para borrarte de mi vista, gafapasta de inmerecido renombre. A ti no, por absurdo y borrego desagradecido a la vida y la vista.

Pero a ti, mi querido cegato, a ti te diré algo: Ojos que no ven, lentes divergentes o convergentes con mayor o menor grosor que suplirán su defecto. No estás sólo, tienes gafas (así, en eterno plural, que acompañan más). Dicen de los ojos que son ventanas que dan al alma, y tú, mi querido defectuoso de la retina, tienes la opción de ponerle unas buenas cortinas. Aprovecha.



"Cierra los ojos y verás"

P. J. Joubert


16 feb 2013

Just one more story among the stars.


07:00 UTC, Rigel.

Mientras la mente buscaba soluciones a velocidades de vértigo, el estómago se encogía ante la inminente despedida, imposible de eludir. El reloj contaba los minutos. Las alarmas se disparaban en su labor bienintencionada recordando la proximidad del vuelo, las olas rompiendo en la orilla de las pestañas. Un suplicante “Vente conmigo” cae en susurros entre los besos, y tras el salto de pértiga de los corazones al galope, un esperanzado “si” responde en la oscuridad, confiando en la veracidad de la súplica. Se besan.


13:00 UTC, Aldebarán.

Al cabo de unas horas bajan de la nave cogidos de la mano, cansados, sonrientes, victoriosos habiendo derrotado al tiempo (ilusos a contrarreloj). Bajo las sonrisas se esconde la amargura leve que predice ya el siguiente asalto. La distancia que salvan sus manos la ensanchan los minuteros, que aun lentos, corren. Al otro lado del mar, se besan.

Los días antes del siguiente adiós se acaban con violencia los besos a orillas del mar. Las olas rompen con fuerza, desbordándose las dudas en tormentas. La realidad es irreal, y aún más incierta que la fantasía, emerge y destruye el escenario del teatro. Ardiendo el telón, termina la función. Bajo las cáscaras vacías de las ilusiones rotas asoma la verdad, blanca como la nieve. El sol de la mañana abrasa la piel, ya azul. Hace frío.

Días después, ella cruza los mares de nuevo, en sus manos vacías el corazón lleno.


00:00 Hora Zulu, La Tierra.

Fundiendo la nieve las estrellas quedan los besos rotos a las orillas del mar.
El informe reza que la matriz extracelular regeneró correctamente el tejido del miocardio.





"No quedará en la noche una estrella. 
No quedará la noche. 
Moriré y conmigo la suma 
del intolerable universo. 
Borraré las pirámides, las medallas, 
los continentes y las caras. 
Borraré la acumulación del pasado. 
Haré polvo la historia, polvo el polvo. 
Estoy mirando el último poniente. 
Oigo el último pájaro. 
Lego la nada a nadie."

J. L. Borges

28 ene 2013

Respect not found. Insert coin (I)


Aviso: Peligro de despotricación. Aunque en modo historia, que parece así que la sátira le quite hierro al asunto -craso error-. Quien se sienta ofendido ya sabe donde está la cruz roja para cerrar la página; hay gente muy sensible hoy en día. No me gustan los eufemismos. Con esta introducción en la que ya entro luciéndome, maja y agradable que puedo llegar a ser, a quien me quiera seguir leyendo, le pongo en situación de esta obra de teatro que voy a proceder a pincelar:


"LA ESPECIE BOBA
Tragicomedia deste año 2013


PERSONAS DE ESTE ACTO

-José Ignacio Wert Ortega, ministro de Educación, Cultura y Deporte de España, y más allá, persona de 62 años, licenciada en Derecho por la Complutense con premio Extraordinario y diplomado en Sociología Política por el Instituto de Estudios Políticos. Fue director de relaciones corporativas del Grupo BBVA, entre otras cosas.

-Miguel Ángel Celdrán Matute, alcalde de Badajoz desde 1995. Ingeniero técnico industrial y director y profesor titulado de autoescuelas de conductores. Como persona escondida bajo la figura del político, tiene 73 años, está casado y tiene tres hijas, tres nietas y un nieto. Se rumorea que le gusta buscar en los fondos de las botellas (¿qué buscará...?).

-José Antonio Monago Terraza, presidente de la Junta de Extremadura y del Partido Popular de Extremadura. Con 47 años, hay que destacar su participación en la selección extremeña de balonmano, su puesto actual como Jefe de Sección del Cuerpo de Bomberos y la fundación a su cargo de la ONG "SOS Extremadura". Entre otras cosas, cursó Derecho en Cáceres, doctorándose con sobresaliente en la Universidad de Salamanca.

-El pueblo (pese a esta autodenominación, debo aclarar que aunque no lo parezca, esta historia NO es El Príncipe de Egipto y de hecho se desarrolla en pleno siglo XXI). Pequeños universos condensados en poco más de kilo y medio de tejido neural. Miles de historias que contar por cada neurona chisporroteante; risas, amor, sueños, miedos, gestos. Mil maneras distintas de andar y mil timbres de voz, también distintos; mundos enteros por descubrir, únicos todos en su individualidad, reunidos momentáneamente en una sinergia de voz sin identidad alguna. La voz del pueblo no es la voz de una persona que lidera, ni tampoco es muchos universos juntos. Es un solo universo, al que otras veces he oído nombrar como “las masas”. No se puede saber si a esta masa le gustan las mandarinas o no, por ejemplo, o si disfruta más leyendo novelas históricas o de fantasía. La paradoja radica en que que siendo el humano un animal sociable, y estando el pueblo integrado por estos humanos, éstos corren el riesgo de perder su identidad individual al formar parte de esta masa.

-Las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. Pequeños universos condensados en poco más de kilo y medio de tejido neural. Miles de historias que contar por cada neurona chisporroteante; risas, amor, sueños, miedos, gestos. Mil maneras distintas de andar y mil timbres de voz, también distintos; mundos enteros por descubrir, únicos todos en su individualidad. Todas estas historias individuales quedan ocultas bajo un uniforme, como el pueblo queda oculto bajo el pueblo."


De momento voy a dejar aquí todo este cacao lopeveguiano; esto fue lo que escribí antes sobre la marcha, enfurruñada como un mono (os cuento para que no andéis tan perdidos: Inauguración de una biblioteca pública en Badajoz city, marabunta de gente furiosa, gritos de odio, políticos pasándoselos por el forro y esas cosas, y como siempre, yo en todos los berenjenales en primera fila); si me pongo a transcribir las cosas que apunté en la manifestación en el móvil de un amigo y que me han llegado al whatsapp hace un rato, no acabo hoy. Lo dejo para la siguiente entrada, sintiendo mucho dejaros a medias (ya que esto apenas si llega a introducción), pero a la vez segura de que me agradeceréis en parte amenizaros la lectura de semejante texto quijotesco que me iba a quedar como me diera por ponerme a refunfuñar y divagar. De todos modos, ya os digo que para paliar esta dosis de realidad lastimosa y deprimente que me he metido hoy para el cuerpo voy a necesitar mucho, pero que mucho chocolate, y salir a correr. Tres horas. Al campo profundo. Y ciencia. Y estrellas. Y música. Y Michael Ende. Y Twitter. Y un buen mojito. Hay gente muy sensible hoy en día... Por desgracia, a veces yo entre ellos.


                                                                                           Fdo.:
Absurd Melan Colidealist


Escoger el propio tiempo es ganar tiempo.


Entonces, si viajo en el tiempo, ¿puedo volver a comerme a la vaca que me cené anoche una y otra vez y nunca se extinguirá? ¿puedo casarme con alguien a quien mataron antes de ayer? ¿podrías a lo mejor tener como hijo a algún antepasado tuyo? ¿evitaría la muerte del perro, o al rato sería atropellado por otro camión?

Y tú, persona, aún si la más excéntrica, dime, ¿maneja algún tipo de hilo invisible tus pasos? ¿está pintado el camino de tus huellas con tinta antigua? Dime si es tu destino decidirte a saltar o no hacerlo.

Si entonces tú no definieras por completo tu destino (yo soy yo y mis circunstancias)...

...sería el destino por tanto una cuestión social? ¿Y si fuera social, qué tendría que ver con uno mismo? ¿y qué es uno mismo entonces? ¿hay acaso un único "uno mismo" mundial alimentando siete mil millones de vidas errantes?

Entre la sencillez y la mediocridad la linea es radiactiva.